lunes, 30 de abril de 2012

Disparo #8

"17 de abril de 1912, canillitas en la calle todavia, es mucho mas de medianoche, las noticias son el Titanic y sus posibles sobrevivientes. Israel, al medio y al frente en la fotografía, es el más jóven tiene 9 años, a su derecha Harry 11 años a su izquierda Eugene 10 años, los demas son un poquito mas grandes" Cruzada contra el trabajo infantil. Captura y fotografía Lewis W. Hine.

Jazzografía #5 Louis Armstrong

1927
Chicago
Louis

Ella vivía en Perdido Street, en Nueva Orleans, bajo el fondo más hondo de los bajos fondos, donde todo el que moría era velado con un platillo sobre el pecho, para que los vecinos echaran monedas con que pagar el entierro. Pero ella muere ahora y su hijo Louie tiene la alegría de regalarle un hermoso funeral, el funeral de lujo que ella huebiera soñado al fin de un sueño en que Dios la hacía blanca y millonaria.
Louis Armstrong había crecido sin comer más que sobras y música, hasta que pudo huir de Nueva Orleans hacia Chicago trayéndose por todo equipaje una trompeta y por toda compañía un sandwich de pescado. Unos pocos años han pasado y él está bien gordo, porque come vengándose, y si volviera al sur quizás podría entrar en algunos de los lugares prohibidos para negros o imposibles para pobres y hasta podría caminar por casi todas las calles sin se expulsado. El es el rey del jazz y eso no hay quien lo discuta: su trompeta secretea, rezonga, gime, aúlla como bestia herida y ríe a carcajada plena celebrando, eufórica, inmensamente poderosa, el disparate de vivir.

Memorias del fuego III: El siglo del viento. Eduardo Galeano.

FotograficasOleograficas la revista en:

Louis Armstrong by Roberto Polillo

domingo, 29 de abril de 2012

Disparo #7


Louis A. Sayre con una mujer en un artefacto de suspensión para el tratamiento de la Escoliosis. Londres 1877. Fotógrafo desconocido.

Disparo #6


En los años 20 los especialistas en tuberculosis recomendaban exposición al sol (preferentemente desnudos), aire fresco y descanso como el más beneficioso, no quirúrgico, tratamiento para esta enfermedad. Esta fotografía fue tomada en el Sanatorio para tuberculosos de New Mexico en 1925. Fotografía tomada de: Respiratory Disease.



Jazzografía #4 Billie Holiday


La empresa Columbia se negó a grabar esa canción, y el autor tuvo que firmar con otro nombre.
Pero cuando Billie Holiday cantó Strange Fruit, cayeron las barreras de la censura y el miedo. Ella cantó con los ojos cerrados y la canción fue un himno religiosos por obra y gracia de esa voz nacida para cantarlo, y desde entonces cada negro linchado pasó a ser mucho más que un extraño fruto colgado de un árbol pudriéndose al sol.
Billie,
la que a los catorce años lograba el milagro del silencio en los ruidosos puteros de Harlem donde cambiaba música por comida,
la que bajo la falda escondía una navaja,
la que no supo defenderse de las palizas de sus amantes y sus maridos,
la que vivió presa de las drogas y de la cárcel,
la que tenía el cuerpo hecho un mapa de pinchazos y cicatrices,
la que siempre cantaba como nunca.

Voz negra. Espejos. Una historia casi universal. Eduardo Galeano

Billie Holiday by Carl Van  Vechten, 23 de marzo de 1949

sábado, 28 de abril de 2012

Disparo #5


Fotografía de Philippe Gauntrand

Jazzografía #3 Django Reinhardt


Nació en una caravana de gitanos. Pasó sus primeros años en los caminos de Bélgica, acompañado con el banjo los bailes de un oso y una cabra.
Tenía dieciocho años cuando su carreta se incendió. Quedó más muerto que vivo. Perdió una pierna. Perdió una mano. Adiós al camino, adiós a la música, dijeron los médicos. Pero recuperó la pierna, cuando se la iban a amputar, y de la mano perdida consiguió salvar dos dedos. Y con eso le alcanzó para convertirse en uno de los mejores guitarristas de toda la historia de jazz.
Había un pacto secreto entre Django Reinhardt y guitarra. Para que él la tocara, ella le daba los dedos que le faltaban.

Espejos: Una historia casi universal. Eduardo Galeano


Noviembre de 1946 fotografía de William P. Gottlieb

viernes, 27 de abril de 2012

Disparo #4

"Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos, no hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida" extraído de la película El club de la pelea.

Beavis un muchacho de la calle, San Francisco agosto del 2006 by Tom Stone.

Jazzografía #2 Bessie Smith


Todas están marcadas por ella, desde Billie Holliday hasta Janis Joplin. La Emperatriz del Blues se murió a los 43 años desangrada, chorreando jazz mientras esperaba ser atendida en un hospital para negros repleto, venía de un hospital para blancos... John Hammond afirmó que había sido rechazada en el hospital para blancos a pesar de las suplicas de sus companñros. Estos acontecimientos eran comunes en el profundo sur de los Estados Unidos en aquella epoca, las autoridades desmintieron que esto haya sucedido pero Hammond nunca se retractó. Los restos mortales de Bessie Smith fueron enterrados en el cementerio Mount Lawn en Pennsylvania. El lugar de su enterramiento permaneció sin marcar hasta el 7 de agosto de 1970 cuando Janis Joplin pagó una lápida que se colocó en su fosa.


Bessie Smith by Carl Van Vechten



jueves, 26 de abril de 2012

Jazzografía #1 Buddy Bolden




Fundación del jazz

Corría el año 1906. La gente iba y venía, como cualquier día, a lo largo de la
calle Perdido, en un barrio pobre de Nueva Orleans. Un niño de cinco años,
asomado a la ventana, contemplaba aquel aburrimiento, con los ojos y los oídos
muy abiertos, como esperando algo que iba a ocurrir.
Y ocurrió. La música estalló desde la esquina y ocupó toda la calle. Un
hombre soplaba su corneta, alzada al cielo, y a su  alrededor la multitud batía
palmas y cantaba y bailaba. Y Louis Armstrong, el niño de la ventana, se
meneaba tanto que por poco no se cayó desde allá arriba.
Unos días después, el hombre de la corneta fue a parar al manicomio. Lo
encerraron en el sector reservado a los negros.
Ésa fue la única vez que su nombre, Buddy Bolden, apareció en los diarios.
Murió un cuarto de siglo después, en ese mismo manicomio, y los diarios ni se
enteraron. Pero su música, nunca escrita ni grabada, siguió sonando dentro de
quienes la habían gozado en fiestas o funerales.
Según dicen los que saben, ese fantasma fue el fundador del jazz.

Espejos: Una historia casi universal. Eduardo Galeano.

Buddy Bolden (el tercero, parado, de izquierda a derecha)

miércoles, 25 de abril de 2012

Disparo #3


1865 vista exterior de Prince Birch & Co cárcel para esclavos en Alexandría, Virginia. Fotografo desconocido.

domingo, 22 de abril de 2012

sábado, 21 de abril de 2012

martes, 17 de abril de 2012

El Beso

FotograficasOleograficas la revista en:

by Brassai



by Bill Brandt



by Edouard Boubat




by Romualdas Rakauskas



by Alfred Eisentaedt



by Brassai



by Willy Ronis



by Andre Kertesz



by Robert Doisneau



by Alfred Eisentaedt



by William Gedney




by Viktor Jorgensen


by William Gedney



Anonimo



Dos mujeres vestidas como marido y mujer besandose en su luna de miel. Fotografo desconocido, 1930



by Rich Lam



martes, 10 de abril de 2012

28 de Septiembre: día del derecho a la información



William L. Laurence



"Quizá sea oportuno recordar que un mes y pico después de las bombas atómIcas que aniquilaron Hiroshima y Nagasaki, el diario The New York Times desmintió los rumores que estaban asustando al mundo.
El 12 de setiembre de 1945, este diario publicó, en primera página, un artículo firmado por un redactor de temas científicos, William L. Laurence. El artículo salía al encuentro de las versiones alarmistas y aseguraba que no había ninguna radioactividad en esas ciudades arrasadas, y que tal radiactividad no era mas que una mentira de la propaganda japones.
Gracias a esta revelación, Laurence ganó el premio Pulitzer.
Tiempo después, se supo que él cobraba dos salarios mensuales: The New York le pagaba uno, y el otro corría por cuenta del presupuesto militar de los Estados Unidos."
Eduardo Galeano. Los hijos de los dias.


sábado, 7 de abril de 2012

Guernica


Guernica
París, primavera de 1937: Pablo Picasso despierta y lee.
Lee el diario mientras desayuna, en su taller.
El café se le enfría en la taza.
La aviación alemana ha arrasado la ciudad de Guernica. Durante tres horas, los aviones nazis han perseguido y ametrallado al gentío que huía de la ciudad en llamas.
El general Franco asegura que Guernica ha sido incendiada por dinamiteros asturianos y pirómanos vascos enrolados en las filas comunistas.
Dos años después, en Madrid, Wolfram von Richthofen, comandante de las tropas alemanas en España, acompaña a Franco en el palco de la victoria: matando españoles, Hitler ha ensayado su próxima guerra mundial.
Muchos años después, en Nueva York, Colin Powell pronuncia un discurso, en las Naciones Unidas, anunciando la inminente aniquilación de Irak.
Mientras él habla, el fondo de la sala no se ve, Guernica no se ve. La reproducción del cuadro de Picasso, que decora la pared, ha sido completamente cubierta por un enorme paño azul.
Las autoridades de las Naciones Unidas han decidido que ése no es el acompañamiento más adecuado para la proclamación de una nueva carnicería.

Guernica. Espejos: Una historia casi universal. Eduardo Galeano.
 
 
Paris, spring of 1937: Pablo Picasso wakes up and reads.
He reads the newspaper while having breakfast in his studio.
His coffee grows cold in the cup.
German planes have razed the city of Guernica. For three hours the Nazi air force chased and machine-gunned people fleeing the burning city.
General Franco insists that Guernica has been set aflame by Asturian dynamiters and Basque pyromaniacs from the ranks of the Communists.
Two years later in Madrid, Wolfram von Richthofen, commander of the German forces in Spain, sits beside Franco at the victory parade: killing Spaniards was Hitler’s rehearsal for his impending world war.
Many years later in New York, Colin Powell makes a speech at the United Nations to announce the imminent annihilation of Iraq.
While he speaks, the back of the room is hidden from view, Guernica is hidden from view. The reproduction of Picasso’s painting, which hangs there, is concealed behind an enormous blue cloth.
UN officials decided it was not the most appropriate backdrop for the proclamation of a new round of butchery.

Eduardo Galeano, from Mirrors: Stories of Almost Everyone.



Guernica, Pablo Picasso.


viernes, 6 de abril de 2012

Lo que dejó la lluvia

FotograficasOleograficas la Revista en:


?



by Eugene Smith



by Andre Kertesz



by Bill Brandt



by Andre Kertesz



by Andre Kertesz



by Andreas Feininger



by Herbert List



by J. N. Barnard



by Josef Sudek



by Josef Sudek



by Key Gross



by Key Gross



by Vivian Maier



by Walter Sanders



by Wayne F. Miller



by Gunter Zint



by Henri Berssenbruge



by Izis




by Jeanloup Sieff



by Jeanloup Sieff



by Michael Ackerman